Vladimir Putin ordenó a sus fuerzas de disuasión estratégica la realización de un ensayo de un ataque nuclear masivo del que participaron un submarino y dos bombarderos. Se trata de la primera vez que las fuerzas rusas llevan adelante un ejercicio de estas características desde el inicio de la invasión a Ucrania el 24 de febrero pasado. El presidente presenció el lanzamiento del misil balístico Yars en la base espacial de Plesetsk desde un centro de mando aislado.
Cabe destacar que los ejercicios nucleares de Rusia se realizan anualmente desde hace tiempo. No obstante, Moscú ya amenazó con la utilización de armas de este tipo en múltiples ocasiones en los meses que lleva transcurridos el conflicto en Ucrania. Este año, el ensayo coincidió con un encuentro de los servicios de seguridad de las ex Repúblicas soviéticas. En esta reunión, Putin denunció que Kiev estaría planeando utilizar una “bomba sucia” -es decir, un dispositivo explosivo que incluye material fisible-. Hasta ahora, los aliados occidentales de Ucrania han declarado que se trata de una campaña de desinformación por parte del Kremlin que podría estar apuntada a justificar un ataque nuclear perpetrado por Rusia.
Algunos desarrollos recientes en lo que hace al conflicto ruso-ucraniano también incluyen una reunión entre el director de la CIA, Bill Burns, y el presidente ucraniano, Volodimir Zelensky. Este contacto se habría producido en medio de la escalada propiciada por Rusia, que abarca tanto la anexión de territorios y el incremento de los ataques aéreos contra la infraestructura energética del país europeo. Por otra parte, el Gobierno ucraniano solicitó a los ciudadanos de ese país que actualmente residen en el exterior que no regresen hasta después del invierno. Ante los ataques rusos, Ucrania necesita aprovechar al máximo la red que todavía subsiste para sobrevivir al invierno y poder sostener el esfuerzo de guerra.
A nivel internacional, esta semana el Senado de Polonia aprobó una resolución declarando al gobierno ruso como un régimen terrorista. En tanto, Estados Unidos anunció nuevas sanciones contra determinados individuos y entidades en Moldavia, acusados de ser instrumentales para la campaña de influencia global liderada por Moscú.