A las seis de la mañana de hoy -hora Moscú-, el presidente ruso Vladimir Putin anunció el inicio de una operación militar especial en la región del Donbás. El discurso del jefe del Kremlin fue transmitido en todos los canales de propiedad estatal rusos. Minutos después se registraron explosiones en distintos puntos del este de Ucrania e incluso en Kiev. Hasta el momento las víctimas de los bombardeos de artillería y ataques con armas pequeñas asciende a cuarenta fallecidos.
Las autoridades ucranianas informaron que tropas rusas han ingresado al país a través de varios puntos de la frontera y por el puerto de la ciudad de Odessa. Además, habría incursiones en proceso desde la península de Crimea. En Kiev, los ataques con misiles están dirigidos contra los aviones de combate que se encuentran en un aeropuerto a las afueras de la capital ucraniana.
Para Putin, la operación tiene por objetivo desmilitarizar pero no ocupar Ucrania. Asimismo, ésta no se dirigiría contra la población civil. Para ello, las fuerzas rusas están utilizando armamento de alta precisión que permita inutilizar la infraestructura militar y de defensa aérea así como también los aeródromos militares y la flota de aviones del ejército.
El servicio de emergencias local ha informado ataques en una decena de localidades en el este y sur del país. La escalada de la violencia ha derivado en la declaración de la ley marcial y el cierre del espacio aéreo ucraniano por parte del Gobierno de Volodimir Zelenski. Hasta el momento, Europa y Estados Unidos han condenado los ataques y aún analizan alternativas de respuesta.