Las fuerzas rusas han intensificado su ataque ante la resistencia ucraniana durante las últimas horas. Este miércoles, las tropas irrumpieron en Jersón, una ciudad estratégica para la industria naval ubicada en el mar Negro. Mientras tanto, continúa el asedio a la ciudad de Mariupol, en la región del Donbass. Además, el Kremlin ha enfocado sus esfuerzos en los bombardeos y el asedio sobre Kiev y Járkov. Tras siete días de ofensiva, el servicio de emergencias ucraniano reportó que los refugiados ya ascienden a más de 874.000 y las víctimas civiles a alrededor de 2.000.
También este miércoles, Moscú divulgó por primera vez información sobre sus propias bajas. Según el comunicado oficial, el saldo de la primera semana de invasión incluye 498 militares rusos fallecidos y alrededor de 1.600 heridos.
En Kiev, un misil derribó una torre de televisión. A su vez, el centro de la ciudad fue escenario de una explosión en las inmediaciones de la estación de trenes que, junto a la de colectivos, es uno de los lugares más concurridos por los habitantes que buscan salir de la capital. El Ejército ruso instó a la población a abandonar la capital ucraniana ya que se esperan ataques a puntos estratégicos de la red de seguridad y comunicaciones.
Durante la jornada del miércoles, el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, dio una entrevista en la que detalló las exigencias del Kremlin. En particular, enfatizó el reconocimiento de Crimea como parte de Rusia y de las repúblicas populares cuyas fronteras coinciden con las de las regiones de Donetsk y Lugansk. Asimismo, Lavrov hizo mención de la desmilitarización de Ucrania como parte de la lista de objetivos de Moscú.
A la par del recrudecimiento de la ofensiva rusa también se endurece crecientemente el aislamiento de Rusia. La comunidad internacional ya impuso múltiples sanciones económicas con consecuencias que ya se sienten en el país euroasiático. Incluso al interior de Rusia comienzan a alzarse algunas voces en contra de la invasión. Alexéi Nalvalni, líder de la oposición al Gobierno de Putin, llamó a movilizarse contra la guerra en Ucrania.