A pesar de los anuncios y promesa hechos por el gobierno birmano en relación a la mejora de las condiciones de vida de la castigada comunidad rohingya, Peter Maurer, presidente del Comité Internacional de Cruz Roja (CICR), aseguró que un millón de rohingyas «viven en la miseria».
“No tienen casa, no tienen electricidad, no tienen letrinas, no tienen cuidados médicos. Hay muy pocas opciones para que consigan un ingreso que les permita superar las condiciones de emergencia», afirmó Maurer, luego de reunirse con miembros de la comunidad en Birmania, de donde es originaria, y en Bangladesh, donde gran cantidad de personas se encuentra refugiada luego de huir de su propia tierra.
El conflicto del gobierno central birmano con esta comunidad se desató en agosto de 2017, cuando la comunidad perpetró varios ataques a las fuerzas de seguridad y el gobierno respondió con una ofensiva militar cruda, que terminó desplazando a centenares de miles de personas a territorio de Bangladesh.
Con información de: Europa Press.