Este martes se reunieron en Francia docenas de líderes mundiales y filántropos en la Cumbre “Un Planeta” para encontrar soluciones en un planeta que se calienta rápidamente, y enviar un mensaje crítico a Estados Unidos, el único país que no forma parte del Acuerdo Climático de París de 2016.
Más simbólica que política, la cumbre del martes llega dos años después de la histórica conferencia “COP21”, donde 196 países participantes, incluido Estados Unidos, prometieron mantener el aumento de la temperatura global de este siglo por debajo de 3,6 grados fahrenheit. Luego el presidente Trump anunció que su país abandonaba el acuerdo, al que siempre criticó.
Aunque el resto del mundo -y gran parte de los Estados Unidos- ha continuado trabajando para cumplir con los compromisos de París, el presidente francés, Emmanuel Macron, calificó la decisión de Trump como “muy malas noticias” y advirtió que “estamos perdiendo la batalla”. “No nos estamos moviendo lo suficientemente rápido. Todos tenemos que actuar”, aseguró.
La cumbre se centró en formas prácticas de continuar cumpliendo los objetivos climáticos sin la participación del gobierno de los EE.UU. El énfasis principal fue el financiamiento privado y alentar a los inversores a llenar la brecha anual de 210 mil millones de dólares necesarios para cumplir con los requisitos del acuerdo de París.
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