Una presa sobre el río Dniéper cedió, provocando daños y evacuaciones a ambos lados del río. Cabe señalar que desde la invasión rusa, el río Dniéper oficia como división entre las zonas controladas por Rusia y las controladas por Ucrania, en el frente sur de batalla.
El colapso de la presa afectó a 80 localidades se encuentran en la zona. Se evacuó a 40.000 personas, unas 17.000 en la parte controlada por Ucrania y alrededor de 25.000 en la de Rusia.
Desde el Kremlin, acusaron directamente a Ucrania por lo sucedido. Hablaron de un sabotaje por parte del gobierno de Zelenski, para acusar a Rusia por lo sucedido. Al respecto, aseguraron que «una serie de ataques numerosos» provenientes de Ucrania destruyeron 11 de las 28 esclusas de la central hidroeléctrica.
La versión opuesta señaló que Rusia destruyó la presa para «crear obstáculos insuperables en el camino del avance de las Fuerzas Armadas de Ucrania». Tanto la Unión Europea como la OTAN apoyaron las acusaciones sobre Rusia.
Según la Presidencia ucraniana, al menos 150 toneladas de aceite de motor fueron vertidas en el río Dniéper y existe el riesgo de fugas de otras 300 toneladas. Zelenski señaló que se trata de un «brutal ecocidio».