Un misil de fabricación rusa detonó en un pueblo polaco en las cercanías de la frontera con Ucrania dejando dos víctimas fatales. El hecho encendió las alertas en Occidente ya que Polonia pertenece a la OTAN y el gobierno podría invocar el artículo 5 del tratado. Las autoridades están investigando quién disparó el misil y, por el momento, Rusia ha negado cualquier responsabilidad.
En las primeras horas del día, Polonia ya deslizó que el misil no habría sido disparado por Rusia. Mientras, desde la OTAN toma fuerza la posibilidad de que el impacto se haya producido como consecuencia del accionar de las defensas aéreas ucranianas, y que azarosamente sucedió en territorio polaco. China, por su parte, pidió calma a la comunidad internacional.
Los principales líderes del mundo, que se encontraban en Bali por la Cumbre del G-20, organizaron una reunión paralela de emergencia para abordar la situación. Joe Biden declaró que los primeros indicios sugieren que el misil no fue disparado desde Rusia. Asimismo, el grupo de presidentes y primeros ministros ofreció su apoyo para la investigación.
La explosión en Polonia ocurrió a la par de una campaña de bombardeo por parte de Moscú que el último martes supuso el lanzamiento de al menos 90 misiles. Todos ellos fueron disparados contra objetivos civiles y de infraestructura de todo el país. Se trata del peor ataque aéreo desde febrero.
Los países de la OTAN y líderes del G-7 ofrecieron su completo respaldo a la investigación y se comprometieron a seguir de cerca su desarrollo para tomar las medidas necesarias a medida que cuenten con más claridad sobre los hechos. El artículo 5 de la carta de la OTAN establece que cualquier ataque contra un miembro de la organización constituye un ataque contra todos los demás miembros. De este modo, garantiza que los recursos de la totalidad de la alianza podrán ser utilizados para la protección de cualquier país que la integra.