China celebró este martes el 40 aniversario del inicio del proceso de reforma y apertura económica que llevó al país asiático a ser una de las potencias del planeta. El presidente chino, Xi Jinping, prometió seguir por esta senda, aunque usó un tono desafiante contra las presiones externas y abogó por un Partido Comunista cada vez más fuerte.
Xi fue muy vehemente al decir que “nadie está en posición de dictar a China lo que debe hacer”. Y aseguró que “en un país como China, con 5.000 años de historia y una población de más de 1.400 millones de personas, ningún manual puede considerarse como una regla de oro y tampoco hay un maestro que pueda dar órdenes al pueblo”.
También se refirió a Deng Xiaoping, el líder que hace cuatro décadas impulsó el proceso de reforma y cuya figura se ha visto desdibujada en este aniversario en favor de la del propio Xi. “El proceso de reforma y apertura es uno de los hitos más destacados de la China contemporánea”, dijo el actual líder chino ante más de 3.000 personas en el Gran Palacio del Pueblo de Pekín.
Con información de: El País (España).