El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, viene sugiriendo que desea volver a instaurar la pena de muerte en su país. Para lograrlo, debería realizar un referéndum, en el que la población decida si apoya o no su moción.
Anticipándose a esta eventual elección, el gobierno de Ángela Merkel ya afirmó que impedirá que dicha consulta se realice en Alemania. Cabe recordar que, aunque la elección se realizaría en la embajada turca, es el país que alberga a la embajada el que debe autorizar la realización del comicio. Y Alemania no daría su autorización, ya que sus autoridades afirmaron que la consulta va en contra de los valores alemanes y europeos, por lo que los turcos residentes en Alemania no podrían votar.
Este episodio, si bien hace referencia a una situación eventual, distancia aún más a la Unión Europea de Turquía, y empuja a Erdogan cada vez más hacia el este, donde manda Vladimir Putin.
Leer más: Europa Press / El Nuevo Herald.