Diez días después de desaparecer tras visitar el consulado de Arabia Saudita en Estambul, aumenta la preocupación por el paradero del disidente saudita y columnista del Washington Post Jamal Khashoggi. Las primeras investigaciones turcas apuntan a que Khashoggi fue asesinado allí por un grupo de unos 15 nacionales sauditas que volaron expresamente a Estambul para matarlo.
Las autoridades sauditas niegan las acusaciones y aseguran que están “trabajando para buscarlo”. Mientras, el Washington Post afirmó que funcionarios turcos le dijeron a los Estados Unidos que tienen pruebas de que Khashoggi fue torturado, asesinado y desmembrado dentro del consulado, recolectadas con cintas de vigilancia y grabaciones de audio encubiertas.
Khashoggi, de 59 años, vive en un exilio autoimpuesto en Estados Unidos, debido a su postura crítica con el gobierno de su país –liderado por el príncipe Mohammed bin Salman- y con la participación saudita en la guerra de Yemen, entre otras cuestiones. El caso también pone el foco sobre los brutales métodos que la corona saudita aplica contra sus opositores.
Con información: El País / USA Today.