Ocho personas murieron y 11 resultaron heridas, entre ellos dos niños, después de que un camión fuera conducido intencionalmente por una bicisenda en el bajo Manhattan, cerca del monumento erigido por los ataques del 11 de septiembre, el martes por la tarde. Luego del ataque, el conductor se bajó del camión y fue abatido por la policía.
El sospechoso fue identificado como Sayfullo Saipov, un ciudadano uzbeco de 29 años que ingresó a los Estados Unidos en 2010. Saipov trabajó como conductor de Uber, y vivió en Ohio, Florida y, posteriormente, en Paterson, Nueva Jersey. Fuentes oficiales informaron que dejó una nota en el vehículo en la que afirmaba que había cometido el ataque en nombre del ISIS.
Cinco de las víctimas eran amigos de Rosario (ciudad de la provincia argentina de Santa Fé) que habían viajado a Nueva York como parte de un grupo que celebraba el 30 aniversario de su graduación de la escuela secundaria. El alcalde de la ciudad de Nueva York, Bill de Blasio, dijo que el incidente estaba siendo tratado como “un acto de terror particularmente cobarde”.
El presidente estadounidense Donald Trump reaccionó a través de Twitter llamándolo “otro ataque de una persona muy enferma y trastornada”. Luego agregó que “no debemos permitir que ISIS regrese o ingrese a nuestro país después de derrotarlos en el Medio Oriente y en otros lugares. ¡Suficiente!”.
Además, Trump dijo haber ordenado al Departamento de Seguridad Interior (Homeland Security) que intensifique el programa de veto a la inmigración.
Leer más: Reuters/ NBC New York