Brasil se convirtió el domingo en el último país en girar hacia la derecha en Sudamérica, al elegir a Jair Bolsonaro (Partido Social Liberal) como presidente con el 55% de los votos, frente al 45% que recibió Fernando Haddad (Partido de los Trabajadores, PT). El presidente electo, un ex militar, ha exaltado a la dictadura, abogó por la tortura y tuvo expresiones racistas, misóginas y homofóbicas.
El nuevo mandatario construyó su campaña aprovechando una crisis profunda del status quo en Brasil luego de grandes escándalos de corrupción (que atravesaron a todos los grandes partidos, pero especialmente al PT de Lula Da Silva), el aumento de la delincuencia y la crisis económica. Apenas asumió, dijo que sería un “defensor de la constitución, la democracia y la libertad”.
Bolsonaro se ha convertido así en el nuevo presidente de la “ola conservadora” que ya se manifestó en Argentina, Chile, Perú, Paraguay y Colombia, luego de años de gobiernos de orientación populista en la región. Pero en el caso de Brasil, se trata de un perfil mucho más derechista, de corte liberal y alineado duramente con la religión, la familia tradicional y el ejército.
Con información de: The New York Times / O Globo.