El presidente chileno, Gabriel Boric, reemplazó a los titulares de cinco ministerios para dar un nuevo impulso al Gobierno. Quiere mejorar la percepción de su gestión por parte de la opinión pública. Las carteras del gabinete afectadas por esta nueva ola de recambios incluyen la Cancillería, Obras Públicas, Deporte, Cultura y Ciencias. Boric sostuvo a su ministro de Educación, a pesar de las protestas de los días pasados. Más allá de estas modificaciones, las áreas clave del Gabinete, seguirán en manos de los socialistas.
La primera ronda de cambios en los ministerios tuvo lugar luego de la derrota en el plebiscito constitucional. Allí, La Moneda apoyó el voto a favor de la nueva Constitución. Esa profunda reforma supuso la salida de dos socios clave del presidente Boric: Izkia Siches y Giorgio Jackson. Con la llegada de los nuevos ministros al gabinete, Apruebo Dignidad del Frente Amplio de Boric y el Partido Comunista y el Socialismo Democrático liderados por el Partido Socialista – las dos coaliciones del oficialismo -, quedan representadas equitativamente en el gabinete de Boric.
Boric tiene la mirada puesta en el 7 de mayo. Ese día la ciudadanía chilena volverá a las urnas. Será para decidir quiénes serán los 50 miembros del consejo constitucional que redactará la propuesta de Constitución por segunda vez. Dado que será un voto obligatorio, los resultados arrojarán luz sobre la distribución de poder entre el oficialismo y la oposición así como la fuerza de cada partido al interior de las dos alianzas.
Los cambios en el Gabinete parecen más necesarios luego de que esta semana la Cámara de Diputados rechazara el proyecto de reforma tributaria en su primer trámite legislativo. La nueva normativa apunta a recaudar el 3,6% del PIB para financiar el programa de políticas sociales del Gobierno. Sin embargo, ahora parece haber perdido viabilidad. En un contexto de relativa mejora de los principales indicadores económicos, Boric se enfrenta a la necesidad de recuperar el visto bueno de la opinión pública y traccionar votos clave en el Congreso para avanzar en la implementación de sus programas de campaña.