Probablemente, si Reino Unido volviera a votar sobre su continuidad en la Unión Europea conociendo todos los contratiempos que se presentaron luego del triunfo del “SÍ”, el resultado sería distinto. Es que Theresa May no logra lograr los consensos internos para activar el Brexit de una manera razonablemente conveniente para Reino Unido.
Por un lado, justo cuando la Cámara de los Comunes debía alistarse para confirmar las enmiendas hechas por la Cámara de los Lores, una decena de diputados conservadores parecen querer enfrentarse a May y complicarle el trámite. Sin embargo, el mayor golpe de las últimas horas lo recibió de parte de Escocia, encabezado por su líder Nicola Sturgeon, quien anunció un nuevo referéndum independentista que permita determinar si los escoceses quieren continuar en el Reino Unido. Según Sturgeon, May no le dejó otra alternativa para defender la voluntad de los escoceses, quienes votaron por continuar en la Unión Europea en el referéndum del Brexit.