La Cámara de los Lores aprobó la ley Brexit enviada por May y previamente aprobada por la Cámara de los Comunes, pero no sin antes generarle un fuerte dolor de cabeza. Es que dicha cámara instó al Ejecutivo que conduce May a proteger unilateralmente los derechos de más de tres millones de inmigrantes europeos que hoy se encuentran en Reino Unido.
La idea inicial de May, plasmada en la Ley de Brexit, era no reconocer los derechos de los inmigrantes europeos mientras no hubiese un acuerdo recíproco con los británicos que habitaran suelo europeo. Pero la Cámara de los Lores ha decidido que es Reino Unido quien debe dar el primer paso en este reconocimiento mutuo de derechos. Ahora la ley volverá a la Cámara de los Comunes para la aprobación de esta enmienda.
Este episodio, además de dilatar los plazos previstos por May para invocar formalmente el artículo 50 del Tratado de Lisboa y disparar el Brexit, manifiesta una vez más la resistencia al Brexit que hay en muchas esferas de poder dentro del Reino Unido y las intenciones de muchos dirigentes de lograr una salida lo más suave posible.