El histórico pacto de no agresión en materia de ciberseguridad acordado entre China y Estados Unidos en 2015, parece haberse ido por la ventana, dijeron expertos, en la Cumbre Cibernética de Aspen en San Francisco.
Hace tres años, la Casa Blanca amenazó con imponer sanciones a China, a menos que cesara su programa de espionaje económico cibernético contra Estados Unidos de América. Luego, los investigadores de ciberseguridad rastrearon inicialmente una marcada disminución de los ataques sancionados por el gobierno de Pekín, así como por individuos chinos.
En junio de 2015, el Consejero de Estado chino Yang Jiechi se reunió con el entonces Secretario de Estado estadounidense, John Kerry, para negociar un nuevo «código de conducta» cibernético. Pero con el cambio estratégico del presidente Donald Trump, surgió una guerra comercial entre ambos países. Aunque Estados Unidos no le impuso sanciones, aumentó los aranceles sobre las importaciones chinas a Estados Unidos. Y esto provocó un aumento de los ataques de hackers procedentes de China, a pesar del acuerdo.
«Está claro que hoy están más allá de los límites del acuerdo», dijo Rob Joyce, asesor principal de la Agencia Nacional de Seguridad para la estrategia de ciberseguridad del director, en la Cumbre Cibernética de Aspen. «Ciertamente hemos visto su comportamiento erosionarse en el último año, y estamos muy preocupados por esas tendencias preocupantes», señaló Joyce, quien supo desempeñarse como coordinadora de ciberseguridad del gobierno estadounidense.
Con información de: Bank Info Security.