La contundente aprobación de nuevas y duras sanciones económicas a Corea del Norte por parte de Consejo de Seguridad de la ONU generó la reacción del régimen liderado por Kim Jong-un. Si bien la medida que condena el desarrollo nuclear y de misiles balísticos del país asiático contó con el apoyo de todos los países miembro, incluidos China y Rusia, los funcionarios norcoreanos eligieron disparar frases amenazantes contra Estados Unidos únicamente.
«El día en que Estados Unidos se atreva a molestar a nuestra nación con armas nucleares y sanciones, su territorio continental será catapultado a un mar de fuego inimaginable», afirma el comunicado oficial emitido por el gobierno de Kim Jong-un. Este nuevo cruce tiene lugar luego de la prueba de un nuevo misil por parte de Corea del Norte el 28 de julio, proyectil que alcanzaría los 10000 kilómetros de distancia y que potencialmente podría impactar en territorio estadounidense.
Las sanciones impuestas por la ONU bloquean a Pyongyang la exportación de minerales como el carbón, el hierro o el plomo, como así también la de mariscos. Esto, estiman, reducirá en 1000 millones de dólares los ingresos de Corea del Norte. El actor clave para que esto sea así es China, principal importador de los productos norcoreanos.