La Asamblea Nacional del Poder Popular de Cuba confirmó ayer a Miguel Díaz-Canel como presidente, con casi el 98% de los votos. Díaz-Canel, de 62 años, es el primer secretario del Partido Comunista de Cuba y era el único candidato propuesto por la presidencia de la Asamblea. Será su segundo y último mandato.
La gestión del mandatario comenzó en 2018, al asumir como primer líder civil de Cuba después de casi 60 años de hegemonía de los Castro. Allí, prometió “defender siempre al partido”, a la vez que se embarcaba en una cautelosa apertura de la economía. La meta era sumar pequeñas empresas a sectores que antes controlaba exclusivamente el Estado.
En paralelo, inició una reforma monetaria que finalizó la paridad artificial con el dólar estadounidense, pero que generó inflación y una fuerte devaluación de la moneda. Esto golpeó aún más a una economía asfixiada por las sanciones estadounidenses, en vigor desde 1962. Además, la merma del turismo provocada por la pandemia del coronavirus generó estragos.
Díaz-Canel también fue ampliamente criticado por su respuesta represiva a las protestas contra el gobierno cubano de 2021. Al respecto, Amnistía Internacional dijo que era “inaceptable” que las autoridades intimidaran, amenazaran y detuvieran a quienes exigen “necesidades básicas como electricidad, alimentos y libertad”.