El presidente estadounidense, Donald Trump, se anotó este jueves un gran triunfo legislativo, al aprobarse el presupuesto 2018 y avanzar así con su prometida reforma tributaria, que busca implementar una gigantesca reducción de impuestos de alrededor de 1.500 millones de dólares. Los recortes constituyen un de los ejes de centrales de la política fiscal que desea implementar Trump.
El presupuesto -de 4 billones de dólares- fue aprobado por 216 votos a favor y 212 en contra, un estrecho margen. Uno de los puntos salientes del proyecto es la inclusión de una enmienda que permitiría al Senado aprobar una futura reforma fiscal con una mayoría simple de 51 votos, en lugar de los habituales 60 que se requieren. Los republicanos -liderados por el congresista Paul Ryan- cuentan con una mayoría de 52 escaños en el Senado, y podrían de esta forma superar a la oposición demócrata.
Estos últimos, por su parte, se unificaron en la oposición, y muchos de ellos expresaron públicamente su malestar por una disposición que derogaría una deducción del impuesto a la renta tanto a nivel estatal como local. Otro foco de conflicto es la posible reducción de un popular programa de ahorro para la jubilación a través del pago diferido de impuestos conocido como 401 (k).
“Aquí mismo, ante nuestros ojos, en esta Cámara, los republicanos están reemplazando las grandes escaleras estadounidenses de oportunidades con la cuchara de plata de la plutocracia y la aristocracia», dijo la líder demócrata, Nancy Pelosi.