La elección presidencial de Francia que tendrá lugar este año parecía encaminarse hacia un resultado inapelable, con la derecha triunfante en la figura de François Fillon. Sin embargo, el reciente escándalo que involucra a Fillon a través de su esposa, quien habría recibido 5oo.ooo a partir de un polémico contrato como asistente parlamentaria, sacude a la derecha y deja abierto el resultado de la elección.
Fillon no dudó en afirmar que de ser procesado renunciará a la candidatura. El problema es que Alan Juppé, vencido por Fillon en la interna, ya rechazó tomar su lugar. En medio del conflicto que atraviesa la derecha, Marine Le Pen, representante de la ultra derecha, vuelve a asomarse como una candidata aceptable para una gran mayoría de votantes que veían en Fillon a su próximo presidente.