La presión internacional sobre China para que ponga límites a Corea del Norte está comenzando a rendir frutos. Hoy, el gobierno chino ordenó el cierre de todas las compañías norcoreanas con sede en el país, como resultado de las sanciones de la ONU por las últimas pruebas de misiles nucleares de Pyongyang.
El Ministerio de Comercio de China ordenó que las empresas norcoreanas o empresas de capital conjunto en China cierren dentro de los 120 días posteriores a la decisión de la ONU, anunciada el 12 de septiembre. Pekín ya había ordenado previamente a los bancos que dejaran de trabajar con el régimen norcoreano, que parece resuelto a seguir avanzando con su plan nuclear.
Vale recordar que China es el principal socio comercial y político de Corea del Norte, por lo que el éxito de las sanciones de la ONU depende de la cooperación de Pekín, que parece cada vez más frustrado con el régimen de Kim Jong-un. Entre un 80 y 90 por ciento del comercio de Pyongyang corresponde al intercambio con Pekín.
Esta semana, Corea del Norte dijo que era “inevitable” que sus cohetes llegaran a EE.UU., y dijo que las declaraciones del presidente norteamericano Donald Trump equivalían a una “declaración de guerra”. La tensión, más que disminuir, parece aumentar día a día.