La muerte de Amal Hussein, la niña desnutrida que se convirtió en el símbolo del hambre que azota Yemen ha vuelto a llamar la atención del mundo sobre este conflicto. La foto de la niña de siete años “en los huesos”, tumbada en la cama de un hospital fue portada de The New York Times esta semana, poco tiempo antes de morir en un campo de refugiados.
Yemen, uno de los países más pobres del mundo árabe, sufre hace cuatro años una devastadora lucha de poder entre el gobierno respaldado por Arabia Saudita y los rebeldes hutíes respaldados por Irán, con consecuencias devastadoras para los civiles. En Yemen faltan alimentos, hay desplazamientos, malnutrición, brotes de enfermedades y deterioro de la asistencia sanitaria.
Según la ONU, el país se arriesga a una hambruna que podría afectar a 14 millones de personas -la mitad de la población-. Y Según datos de la ong Oxfam, se han registrado 1,1 millones de casos de cólera en los últimos 18 meses, con más de 2.000 muertes, y se han producido más de 100 muertes debido a la difteria. También han fallecido o han resultado heridos más de seis mil niños.
Con información de: The New York Times.