El parlamento catalán declaró este viernes su independencia de España, a través de una votación secreta respaldada por 70 votos a favor, 10 en contra y 2 abstenciones -la oposición estaba ausente en el momento de la votación-. La propuesta aprobada de Junts pel Sí y la Candidatura de Unidad Popular (CUP) proponía declarar la independencia y abrir un proceso constituyente que “acabe con la redacción y aprobación de la constitución de la república”.
Se trata, como afirmó la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, del nacimiento de “la república catalana”, un “Estado independiente y soberano, de derecho, democrático y social”. Carles Riera, diputado de la CUP, aseguró que se trataba de un paso “histórico” al empezar a poner fin con el régimen de 1978 y con la monarquía borbónica. “Ha llegado la hora del pueblo. Nos autodeterminamos ante el Estado y ante las oligarquías catalanas”, aseguró.
Minutos después de la votación, el primer ministro español, Mariano Rajoy, hizo un llamamiento a la calma y prometió restaurar el orden legal en la región secesionista, que ahora tratará de gobernar directamente desde Madrid. Para lograrlo, el Senado español autorizó al gobierno a tomar el control directo de la administración de la región, en lo que significa la mayor crisis constitucional desde que España recuperó la democracia tras la muerte del dictador Francisco Franco.
Sumido en un clima de tensión sin precedentes, el Senado votó 214 a 47 para invocar el Artículo 155 de la Constitución de España, que otorga a Rajoy un paquete de poderes extraordinarios para asumir el control de Cataluña y reprimir su impulso independentista. La medida entrará en vigencia luego de su publicación en el registro gubernamental, que se espera que suceda el viernes por la noche.
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