La situación en la República Democrática del Congo es cada vez más conflictiva. Su presidente Joseph Kabila, cuyo mandato terminó el lunes, se niega a dejar el poder y decidió trasladar las elecciones que debían realizarse en noviembre a abril de 2018.
El argumento oficial es que el país vive un momento de gran inestabilidad, y que los problemas económicos no ofrecían el mejor escenario para la realización de la elección desde el punto de vista logístico y operativo. Sin embargo, toda la oposición denuncia que la real intención es mantenerse en el poder.
El gobierno de Kabila decidió contrarrestar las protestas que se generaron por la situación prohibiendo las manifestaciones, al tiempo que limitaron fuertemente las comunicaciones por redes sociales y WhatsApp.
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