El presidente de El Salvador decretó el estado de emergencia en las cárceles luego de que se registraron alrededor de 40 homicidios en los últimos tres días. A su vez, autorizó a la Policía y al Ejército a utilizar fuerza letal en la defensa de la población y el combate a las maras -pandillas- del país.
Según el Gobierno, las maras sacan partido de la pandemia que ocupa a la totalidad de las fuerzas públicas salvadoreñas. Es por ello que el estado de emergencia en los centros penales implica el encierro total de los detenidos en sus respectivas celdas por un período de 24 horas.
El objetivo de la medida impuesta por Nayib Bukele es impedir el contacto con el exterior dado que las autoridades sospechan que los cabecillas de las maras que se encuentran recluidos ordenan e incitan a un aumento de la violencia en el exterior aprovechando el contexto propiciado por la crisis sanitaria.
Volvemos a encontrarnos con medidas extraordinarias tomadas en el marco de la crisis sanitaria desatada por el Covid-19. La pandemia ha concentrado más que nunca el poder en los Ejecutivos y uno podría preguntarse ¿dónde han quedado los Parlamentos?