La ayuda humanitaria para Venezuela, con medicamentos y alimentos mayoritariamente enviada por Estados Unidos, fue el terreno de un nuevo combate entre el régimen de Maduro y la oposición.
Las provisiones, proveniente de Colombia y Brasil, finalmente no lograron llegar a destino. Tres camiones fueron incendiados en la frontera y otros dos volvieron a los centros de acopio para evitar el mismo destino.
Desde el gobierno de Maduro afirmaron que los propios opositores fueron los responsables de los incendios, en un intento de sumar presión sobre Maduro. Por su parte, desde el entorno de Juan Guaidó aseguraron que fueron oficiales de las fuerzas bolivarianas los que impidieron la llegada de la ayuda al pueblo venezolano.