Venezuela parece lejos de comenzar a transitar una salida a la gravísima crisis institucional, política, social y económica que atraviesa desde hace años. En un nuevo intento por reforzar su debilitado poder, el presidente Nicolás Maduro intentó acabar con la legitimidad que ostenta Juan Guaidó como presidente de la Asamblea Nacional y pergeñó un plan para imponer a Luis Parra, un opositor disidente, como nuevo presidente del órgano.
Dicho plan consistió en impedir el ingreso de Guaidó y de otros legisladores opositores al recinto, para así elegir a Parra como presidente de la Asamblea Nacional. Y fue exitoso. No obstante, Guaidó y los legisladores impedidos de ingresar al parlamento se congregaron en la sede del diario El Nacional para, en una sesión paralela, reelegir a Guaidó como presidente de la Asamblea Nacional y, por ende, mantenerlo en el cargo de presidente encargado del país.
Venezuela continúa en el sendero de la irracionalidad: tiene dos presidentes y dos presidentes de la Asamblea Nacional, reconocidos selectivamente por los distintos actores locales e internacionales.