Aunque probablemente él no quisiera aplicarlas, Donald Trump tiene poco margen para evitar un nuevo paquete de sanciones a Rusia en represalia por la injerencia en la elección presidencial de año pasado. Si bien el Kremlin pidió que las sanciones impuestas por Obama fueran levantadas, todo indica que, lejos de cumplir con el pedido, Estados Unidos sumará sanciones.
Lo paradójico en este caso es que, como se verán afectadas empresas rusas vinculadas a la energía, quien quedó en alerta fue la Unión Europea, ya que son muchas las empresas locales que se vinculan comercialmente con las empresas rusas que serían sancionadas. Esta eventual medida podría poner en peligro el abastecimiento energético de la UE, según informaron autoridades europeas.
Sin embargo, desde el bloque ya dispararon las gestiones diplomáticas ante Estados Unidos y confían en moderar los costos para el continente.
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