El deseo de Turquía de ingresar a la Unión Europea difícilmente podía tener otro final. A partir del intento de golpe de estado frustrado de meses atrás en aquel país, su presidente, Recep Tayyip Erdoğan, ha venido tomando una serie de medidas que restringen las libertades individuales, en una actitud lindera con el autoritarismo. En respuesta, la UE decidió por estas horas congelar las negociaciones que venían llevándose a cabo entre Turquía y la UE para concretar su ingreso a la comunidad. Si bien se habían iniciado en 2005 y luego de 2013 no tuvieron gran avance, con esta medida dispuesta por el Parlamento Europeo, el anhelo que Turquía mantiene desde 1999 se verá frustrado definitivamente.
Sin duda alguna se trata de una medida lógica por parte de Europa, en un momento en el que necesita levantar más que nunca la bandera de las libertades individuales y los valores sobre los que se ha forjado la UE.
Fuente: El País (España).
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