El escenario internacional se nutre cada vez más de nuevas asociaciones, o del refuerzo de vínculos ya establecidos. Asia es la región que más está mostrando esta dinámica en todo el mundo. El creciente protagonismo de la zona del Pacífico, junto con la también creciente tensión entre China y Estados Unidos, hacen que los países empiecen a tomar partido entre las potencias. Tal es el caso de Filipinas.
El país ha estrechado lazos con Estados Unidos, al punto de ser considerado por varios analistas como el nuevo aliado estrella de Washington en la región. Su presidente, Ferdinand Marcos Jr, al respecto, aseguró que «cuando miramos la situación en el área, especialmente las tensiones en el estrecho de Taiwán, podemos ver que solo por nuestra ubicación geográfica, si de hecho hubiera un conflicto en esa área, es muy difícil de imaginar un escenario en el que Filipinas no se involucrará de alguna manera».
En este contexto, Estados Unidos aumentará su presencia en territorio filipino. Desde allí, estarán muy cerca de Taiwán ante una eventual avanzada china sobre la isla al otro lado del estrecho de Formosa.
Filipinas busca cooperar con ambas potencias. Con China, busca sostener los lazos económicos. Con Estados Unidos, busca protegerse de eventuales conflictos. Sobre todo, considerando que China ha intentado anexar parte de territorios y del espacio marítimo filipino. Un avance exitoso de China sobre Taiwán podría repercutir en nuevas expediciones del gigante asiático sobre otros países de la región.
Filipinas se une a otros países del Pacífico, en su intento de fortalecer la relación con Estados Unidos para protegerse. Así lo han hecho India, Corea del Sur, Japón, Australia y Nueva Zelanda. Todos temen que China, en algún momento, decida salirse de sus fronteras.