Luego de meses de incertidumbre, la canciller alemana, Ángela Merkel, logró formar un nuevo gobierno de coalición y así devolver la calma a su país y a la Unión Europea.
Merkel y los representantes del socialdemócrata SPD consensuaron una repartición de cargos que equilibra el juego de poder y permite a Alemania salir de la incertidumbre en la que había quedado inmerso luego de las últimas elecciones. El SPD estará al frente de dos carteras clave: finanzas y relaciones exteriores, mientras que el CDU de Merkel manejará economía y defensa. La Unión Social Cristiana se quedará con el ministerio del interior.
Si bien ahora cada partido deberá validar la decisión con sus partidarios en una consulta interna, se asume que esto solo será un trámite y que Alemania nuevamente será gobernada por una gran coalición.