El Reglamento General de Protección de Datos (GDPR) ha estado en vigor durante más de dos meses, y ha traído consigo un nuevo enfoque de la privacidad de información. Aunque la idea de proteger los datos personales de las personas no es nueva, GDPR marca un cambio radical en la gobernanza de los datos.
Si bien es cierto que el GDPR debería ser bienvenido, tanto desde el punto de vista de la privacidad de los datos como de la ciberseguridad, es vital que las empresas no se vuelvan complacientes. Aunque GDPR incluye un elemento de seguridad, todavía hay muchas áreas que no aborda, que pueden dejar a las organizaciones abiertas a la amenaza.
Desafortunadamente, las amenazas cibernéticas están en constante cambio y evolución, por lo que cualquier organización que piense que puede dormirse en los laureles, después del cumplimiento de GDPR se encuentra en un estado de shock.
Con información de: Cyber Defense Magazine.