Cientos de miles de personas salieron ayer a las calles de Cataluña para protestar contra la decisión de un juez de detener a dos importantes líderes independentistas -Jordi Sánchez, presidente de la Asamblea Nacional de Cataluña (ANC), y Jordi Cuixart, presidente de Òmnium Cultural-, mientras siguen aumentando las tensiones entre el gobierno central español y Barcelona.
Ambos hombres están siendo investigados por presunta sedición en el período previo al referéndum de independencia regional celebrado hace dos semanas y de utilizar grandes manifestaciones para tratar de detener a los policías españoles que intentaban impedir el referéndum.
Este malestar popular se suma a la reciente decisión del tribunal constitucional de anular la ley catalana que había allanado el camino para el referéndum. En una declaración el martes por la tarde, el tribunal dijo que sus 12 jueces declararon por unanimidad la inconstitucionalidad de la ley de referéndum, y agregó que el derecho a “promover y promulgar la secesión unilateral” de una parte del país no estaba reconocido en la Constitución española.
Vale recordar que el primer ministro español, Mariano Rajoy, dió tiempo hasta el jueves por la mañana al presidente de la Generalidad de Cataluña, Carles Puigdemont, para abandonar sus planes de independencia o enfrentar la suspensión de la autonomía regional y la imposición de un gobierno directo desde Madrid.
Leer más: RTVE/ The Guardian