El brote de cólera desatado en septiembre pasado en Haití ya registra 38.262 casos posibles, según informó en las últimas horas el Ministerio de Salud Pública y Población. Del total de casos posibles, solo cerca de 3.000 son confirmados. La enorme diferencia responde a las dificultades serias que el país tiene para confirmar casos, debido a los recursos disponibles. Un tercio de los 38.262 casos corresponde solo a niños de hasta 9 años. Cerca de 13.000 infantes corren riesgo de haber padecido o padecer cólera.
Haití atraviesa una crisis política de grandes dimensiones, tras el asesinato del presidente Jovenel Moise en julio de 2021. En aquel momento, un grupo de sicarios ingresó a la residencia presidencial y lo asesinó a balazos. Desde entonces, los enfrentamientos entre grupos es moneda corriente. Solo en lo que va de este año, más de 530 personas murieron en enfrentamientos entre grupos armados, principalmente en la capital del país, Puerto Príncipe.
También, sigue viviendo hoy las consecuencias de episodios catastróficos que se dieron casi de manera simultánea. En agosto de 2021, solo semanas después del asesinato del presidente, un terremoto sacudió a la isla. Un terremoto de magnitud 7,2 dejó al menos 1.400 víctimas fatales y más de 6.000 heridos. El país sigue sufriendo sus efectos.
Cuando apareció el brote, la Directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Carissa F. Etienne», lamentó el momento en el que la crisis sanitaria emergía, considerando las condiciones generales del país. “El cólera ha llegado en medio de graves disturbios sociales y políticos», que «complican los esfuerzos para proporcionar asistencia humanitaria y responder al brote», había asegurado.