La situación de la península de Corea puede eventualmente ser más compleja que la de Medio Oriente, donde Estados Unidos pisó fuerte con su ataque a Siria. Es que la naturaleza de Trump y Kim Jong-un puede disparar un enfrentamiento de escala impredecible.
Desde hace semanas Trump viene instando al líder norcoreano a cancelar sus acciones intimidatorias contra Corea del Sur y Japón, que básicamente se concretizan en pruebas misilísticas. Sin embargo, envalentonado por la misión en Siria, ahora Trump decidió ir más lejos y envió una flota liderada el portaaviones USS Carl Vinson, que en los próximos días navegará aguas de la península. En este marco, Japón colaboraría con Trump sumando parte de su flota a la estadounidense.
China, actor clave en el conflicto, por el momento se mantiene cauto, y se propone como mediador entre Corea del Norte y Estados Unidos, sobre todo aprovechando el buen encuentro que recientemente tuvieron Xi Jinping y Trump en Estados Unidos.
Leer más: RT / Europa Press.