Un informe de la Agencia de Derechos Humanos de la ONU aseguró que los ataques contra los musulmanes rohingyas en Myanmar forman parte de una estrategia para inculcar “miedo y trauma generalizado” y evitar que éstos regresen a sus hogares.
El informe publicado ayer se basa en 65 entrevistas realizadas a mediados de septiembre con miembros del grupo étnico, individualmente y en grupos, mientras más de medio millón de de rhoingyas huyeron a Bangladesh como consecuencia de una violenta represión en Myanmar.
Los ataques contra los rohingya en el estado de Rakhine, en el norte de Myanmar, por parte de las fuerzas de seguridad y turbas budistas fueron “coordinados y sistemáticos”, con la intención de no solo expulsar a la población de Myanmar sino impedir su regreso, dijo el informe.
Algunos de los entrevistados declararon que antes y durante los ataques, se usaban megáfonos para anunciar: “No perteneces aquí, vayan a Bangladesh, si no se van, quemaremos sus casas y los mataremos”.
Por su parte, El general Min Aung Hlaing, comandante en jefe de las Fuerzas Armadas birmanas, acusó a la prensa de “exagerar” el éxodo rohingya que ya ha convertido en refugiadas a más de 520.000 personas de esta comunidad birmana, con miles de asesinatos e incendios de aldeas.
Leer más: The Guardian/ El Mundo