La Unión Europea no quiere dejar dudas sobre su solidez y, en medio del Brexit y de algunas crisis políticas internas, busca mejorar y consolidar sus instituciones económicas. En este marco, se aproxima una serie de reformas que dará un envión al bloque que desde 2019 será de 27 países, con el objetivo de mostrarlo cada vez más compacto. El paquete de propuestas será presentado el próximo 6 de diciembre por la Comisión Europea.
La primera de las propuestas apunta a la creación de una especie de Fondo Monetario Internacional, pero exclusivo del bloque. El nuevo organismo tomará las funciones del actual Mede pero lo convertirá en un fondo de estabilización, y será el encargado de rescatar a países en crisis. Este Fondo Monetario Europeo tendrá a cargo también la implementación de la segunda propuesta: un presupuesto anticrisis. El objetivo es mantener equilibrado al bloque, especialmente en momentos de crisis, y podrá aplicarse al bloque entero o bien para aliviar la crisis de uno de los países miembro. Sin embargo, la conformación de este presupuesto es la cuestión más controvertida, y aún no cuenta con el aval del país más importante de la UE, Alemania. En última instancia, se propone también la creación de la figura de un súper ministro de Economía y Finanzas. Quien asuma este rol será el coordinador del Eurogrupo (que reúne a los ministros de Economía de los países miembro), representará a la UE en el G-20 y ante el resto de los organismos internacionales.
La Unión Europea busca con estas medidas consolidarse como bloque económico. En tiempos en los que la política viene siendo un tanto esquiva, una muestra de solidez económica es un mensaje para propios y ajenos. Para los países miembro, aumenta el desincentivo para salirse del bloque. Para el mundo, la UE busca dejar en claro que el bloque trabajará duro por consolidar la unión económica.
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