La Unión Africana celebra una cumbre en Etiopía. La presidencia de la organización quedó para la máxima autoridad de Guinea, Alpha Condé, mientras que la Comisión de la UA quedó a cargo de Moussa Faki Mahamat, ex Jefe de Gobierno de Chad y actual ministro de Relaciones Exteriores de ese país.
Moussa Faki, figura clave del proceso de paz entre su país y Sudán, afirmó que su misión será combatir desde la UA al yihadismo en África. Por estos días, Estado Islámico y otras organizaciones terroristas buscan aprovechar los conflictos internos de muchos países para ocupar regiones y extender su presencia en el continente, sobre todo en momentos en que los últimos combates en Asia le han sido esquivos.
La otra gran noticia de la cumbre es el reingreso de Marruecos como miembro estable, luego de su salida hace más de tres décadas, cuando se incorporó la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), aún en conflicto con Marruecos.
Por último, continúa el conflicto entre la UA y la Corte Penal Internacional. Los líderes africanos consideran que la CPI persigue a los líderes africanos, y que no los juzga en igualdad de condiciones que a representantes de otros países del mundo. En este marco, hay un gran consenso interno para salir de la CPI en el corto plazo.