Si bien sus chances de ganar la primera vuelta de la elección de abril son muy altas, también lo son las de perder en la segunda vuelta de mayo. Marine Le Pen mantiene un paso firme en su campaña, incluso moderándose en algunas cuestiones muy polémicas como la pena de muerte, pero tiene claro que la gran batalla es la de la segunda vuelta, que todos los estudios locales dan por segura.
Es así que el Frente Nacional, al que representa Le Pen, se apoya en los triunfos del Brexit y de Trump para convencer a la ciudadanía de que su derrota segura en la segunda vuelta no es tal y que otros imposibles como el Brexit o el triunfo de Trump terminaron en realidades. Tal es la vinculación que quiere hacer Le Pen con estos episodios, que decidió que el lema de campaña sea “Francia primero”, en clara referencia al “America first” del discurso inaugural de Trump, y prometió defender a los franceses de la Unión Europea, los extranjeros y los musulmanes, aprovechando el terror sembrado por el terrorismo internacional en el país galo.
Del otro lado, el socialismo de Hamon, la izquierda de Macron y la derecha del cuestionado Fillon intentan acaparar votantes para hacerle frente a Le Pen.
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