Quizás sea una de las internas más silenciosas del mundo, pero no por eso deja de ser feroz. La lucha del Papa Francisco para reformar internamente la Iglesia católica ha despertado un sinfín de enemigos, que se resisten al nuevo orden que el pontífice argentino quiere imponer.
‘France’, has intervenido congregaciones, has destituido a sacerdotes, has decapitado a la Orden de Malta y a los Franciscanos de la Inmaculada, has ignorado a cardenales… pero, ¿dónde está tu misericordia?”, rezaban los afiches. Fuentes cercanas al Papa Francisco entienden que detrás de esta campaña está la Orden de Malta, cuyo líder renunció hace pocos días por su enfrentamiento con Francisco.
El papa Francisco designó días atrás al arzobispo italiano Angelo Becciu como delegado de Vaticano en la Orden, para trabajar en “la renovación espiritual y moral de la Orden, especialmente de los miembros profesos, para que se realice plenamente el fin de ‘promover la gloria de Dios mediante (…) la ayuda al prójimo’”, episodio que sin dudas pudo haber terminado de molestar a los miembros de la congregación.
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