Luis Lacalle Pou se convirtió este domingo en el octavo presidente de Uruguay desde la vuelta de la democracia, en 1985. Al frente de una coalición de derechas, el nuevo mandatario promete iniciar múltiples reformas con el foco puesto en luchar contra la inseguridad pública y cambiar el rumbo económico del país.
El desafío para el presidente uruguayo consistirá en mantener unida la alianza que lo llevó a ocupar el Palacio Estévez, la cual incluye al partido de ultraderecha Cabildo Abierto, a la vez que deberá hacer frente a la oposición que plantea el Frente Amplio. El partido de izquierda perdió las últimas elecciones por escasos votos luego de ocupar el gobierno ininterrumpidamente durante 15 años.
Lacalle Pou, que ocupará la presidencia durante los próximos 5 años, advirtió en su discurso de inauguración sobre la situación económica del país y anunció políticas de austeridad. Asimismo, planteó la apertura de un debate sobre la necesidad de reformar el sistema de seguridad social y de pensiones.
A nivel regional, el heredero de grandes nombres dentro del Partido Nacional deberá -principalmente- balancear las diferencias entre Brasilia y Buenos Aires para evitar un resquebrajamiento de la estabilidad del Mercosur.