El líder del Partido de los Trabajadores asumió la Presidencia el 1 de enero, en un acto que reunió a figuras políticas del país y la región en Brasilia. Quien estuvo ausente fue Jair Bolsonaro, quien decidió viajar a Estados Unidos para evitar presenciar el acto de traspaso de mando. En su discurso de asunción, Lula anunció que su Gobierno se enfocará en dos tareas principales: reconstruir el país luego de la destrucción causada durante el mandato de su predecesor y luchar contra la pobreza.
Más tarde, y ya en calidad de Presidente, Lula se dirigió a la ciudadanía desde el palacio de Planalto, donde volvió a referirse a estos dos desafíos centrales. En esta ocasión puso especial énfasis en la desigualdad y en la necesidad de reimaginar una sociedad más igualitaria. Cabe considerar que en Brasil el 5% más rico de la población concentra la misma renta que el 95% restante.
Lula afirmó que su gestión recuperará una política insignia de sus dos mandatos anteriores, apoyándose en la redistribución de la renta para favorecer a los sectores más vulnerables. En este sentido, fijó como meta que 33 millones de brasileños dejen de padecer la hambruna y sacar a 100 millones de personas de la pobreza. Finalizado su discurso, el mandatario firmó una decena de decretos, entre los que se cuenta uno que dispone el pago de una ayuda mensual de 600 reales para 21 millones de brasileños de bajos recursos.
La victoria electoral del antiguo obrero metalúrgico fue producto de su capacidad para construir una alianza con fuerzas a la izquierda y la derecha del PT. Ello quedó reflejado en el protagonismo del vicepresidente Geraldo Alckim en la ceremonia de inauguración. La mayor representatividad respecto del Gobierno de Bolsonaro también se hizo evidente en la participación de diversos sectores de la población en las celebraciones que tuvieron lugar en la plaza de los Tres Poderes de la capital brasileña. Mujeres, jóvenes negros, seguidores de las religiones heredadas de los africanos esclavizados, miembros de pueblos indígenas y de la comunidad LGBT fueron parte de los festejos por la asunción de Lula.