El líder del PT se impuso sobre Jair Bolsonaro por menos de dos puntos en la segunda vuelta de las elecciones brasileñas y volverá al Palacio de Planalto. La campaña estuvo marcada por la polarización extrema, que quedó reflejada en los resultados del último domingo: Lula obtuvo el 50,9% de los votos y Bolsonaro el 49,1%.
A pesar de la victoria, el regreso de la centroizquierda al poder se vislumbra difícil. La derecha ha salido fortalecida luego de los triunfos electorales del bolsonarismo en las elecciones legislativas y estaduales. Asimismo, entre la primera y la segunda vuelta el actual presidente de Brasil logró reducir la ventaja de su rival, lo que indica que tendrá respaldo para oponerse a cualquier intento reformista del próximo gobierno.
Ni bien se conocieron los resultados, Lula compareció ante la militancia reunida en su búnker de San Pablo. El presidente electo afirmó que buscará reunificar al país gobernando para todo el pueblo brasileño y no tan solo para quienes lo votaron. A su vez, aseguró que Bolsonaro aún no se había comunicado para reconocer su triunfo. De hecho el presidente no se pronunció sobre el resultado en la noche de la jornada electoral y permanece aislado incluso de sus asesores.
El político de 77 años, que pasó casi dos años en prisión acusado por corrupción, asumirá la presidencia el 1 de enero de 2023. En esa fecha se cumplirán 12 años de su salida del poder tras dos mandatos consecutivos (2003-2010). A pesar de que prometió repetir los logros de su paso previo por la presidencia, el país y el mundo han cambiado desde entonces. Las fracturas internas y las problemáticas sociales que afectan a Brasil demandarán más trabajo por parte del nuevo gobierno en un contexto internacional sumamente desafiante.