Emmanuel Macron y Marine Le Pen, los dos candidatos que se disputarán la presidencia francesa en la segunda vuelta del 7 de mayo, adelantaron el cruce ayer en televisión, en un debate que no los dejó bien parados pero que confirmó la ventaja del joven dirigente.
Mientras Le Pen eligió una estrategia agresiva hacia su rival, con poco fundamento programático, Macron se apoyó en un estilo moderado y cauto, como quien se sabe vencedor y elige no arriesgar demasiado.
Los sondeos posteriores confirmaron la supremacía de Macron, quien fue elegido por el 60% de los franceses como el ganador del debate. El próximo 7 de mayo se definirá el pleito.