La premier británica, Theresa May, atraviesa sus horas más difíciles al frente de Downing Street. Luego del duro golpe que significó la pérdida de la mayoría parlamentaria en una elección que ella misma convocó sin necesidad, las críticas de la oposición y de varios miembros de su partido no tardaron en llegar.
Sin embargo, la reunión del día de ayer del partido Conservador mostró a una May autocrítica pero fuerte, al punto que confirmó que seguirá al frente del partido y del gobierno. “Yo los metí en esto, yo los sacaré”, afirmó May a sus correligionarios, que luego del encuentro mostraron públicamente su apoyo a la premier.
La alianza con el Partido Unionista Democrático (DUP) le devolverá a May la mayoría que necesita para avanzar con la implementación del Brexit. Sin embargo, no podrá minimizar el rol de una fortalecida oposición ni el mensaje que la población le dio a través de las urnas: Gran Bretaña prefiere un Brexit blando.