El Parlamento británico finalmente aprobó la ley de Brexit enviada por la premier, Theresa May, quien ahora podrá invocar el artículo 50 del Tratado de Lisboa sin oposición formal a nivel local. La Cámara de los Comunes rechazó las dos enmiendas solicitadas por la Cámara de los Lores que habían puesto en duda el plan de May. La Cámara de los Lores, por su parte, evitó oponerse a este rechazo, dejando el camino libre para la aprobación.
Ahora May deberá solicitar formalmente a la Unión Europea la salida del Reino Unido del bloque. Se espera que lo haga a fines de marzo, tal como lo tenía previsto. Formalmente, ya no hay obstáculos para que Reino Unido salga de la Unión Europea. Sin embargo, a nivel interno sigue habiendo posturas muy opuestas: Escocia amenaza con el referéndum independentista, buena parte de la sociedad duda de los beneficios de un Brexit duro y la dirigencia política teme por el futuro del Reino Unido.