La Comunidad Europea, que desde el triunfo del “Sí” en el referéndum sobre el Brexit se encuentra atravesando momentos de suma convulsión, el triunfo de Emmanuel Macron en la elección presidencial de Francia fue un bálsamo. El joven presidente se manifestó como un defensor de la unión de los europeos, aunque no sin críticas a la actualidad del grupo común.
No es casual, entonces, que su primera reunión bilateral haya sido con la canciller alemana, Ángela Merkel, en Berlín. Allí ambos mandatarios se comprometieron a reforzar la integración del bloque común para hacer un bloque más resistente ante las eventuales crisis.
Acaso como manera de aceptar las dificultades que atraviesa hoy el bloque, el tema principal del encuentro fue la posibilidad de efectuar cambios sobre los tratados que rigen la UE. Como una señal para todos aquellos países que sienten que las condiciones del bloque les son incómodas, Merkel y Macron se manifestaron dispuestos a introducir los cambios que sean necesarios para profundizar la unión del bloque.