El mismo día en el que el presidente electo de EE UU, Donald Trump, anunció que Rex Tillerson, un hombre cercano a Putin, será su Secretario de Estado, Alemania y Francia reiteraron su oposición a levantar las sanciones a Moscú por su actuación en Ucrania.
Tanto el presidente francés, François Hollande, como la canciller alemana, Angela Merkel, hicieron un llamamiento a renovar el castigo económico a Rusia ante la falta de progresos en el proceso de paz para el este de Ucrania.
Seguramente, los 28 Estados miembros de la Unión Europea en la cumbre que se celebrará el jueves en Bruselas extiendan el castigo económico a Moscú otros seis meses. Paris y Berlín han intentado sin éxito convencer a Rusia y Ucrania de implementar el protocolo de Minsk, acordado en 2015.