Un hecho histórico sucedió este martes para Zimbabwe y toda África: después de 37 años en el poder, Robert Mugabe renunció a la presidencia del país sudafricano. El mandatario, de 93 años, dimitió luego de un golpe de Estado militar y multitudinarias protestas callejeras a través de una carta, que fue leída por el presidente del parlamento, Jacob Mudenda.
“Yo, Robert Mugabe, de acuerdo con la sección 96 de la Constitución de Zimbabue, mediante la presente, presento formalmente mi renuncia… con efecto inmediato”, leyó Mudenda. La carta de Mugabe llegó en momentos en los que una sesión especial del parlamento debatía la posibilidad de iniciar un juicio político que derivara en su destitución.
La noticia fue recibida con expresiones de júbilo por parte de los parlamentarios y con bocinazos y celebraciones en las calles de la capital, Harare. “Estamos sólo muy contentos que las cosas estén por cambiar”, dijo a la AFP Togo Ndhlalambi, un peluquero de 32 años. “Nos levantábamos cada mañana esperando este día. Este país vivió tiempos difíciles”, añadió.
El ex vicepresidente Emmerson Mnangagwa, posible reemplazante de presidente Robert Mugabe, volvió este miércoles a Zimbabue y sería jurado como primer mandatario el viernes. Mnangagwa había sido destituido por Mugabe a principios de noviembre y luego había huido al extranjero temiendo por su seguridad.
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