El polémico presidente sirio, Bashar Al Assad, está implementando una nueva operación contra insurgentes, esta vez en el suroeste del país.
Como no podía ser de otra manera, Rusia, su aliado de siempre, está colaborando con la operación Rusia. En este marco, aviones de las fuerzas comandadas por Vladimir Putin bombardearon la localidad de Busra Al Harir, controlada por los rebeldes sirios.
Por su parte, Estados Unidos esta vez avisó a los rebeldes sirios que no colaborará con ellos ante la ofensiva del régimen sirio.
El objetivo de la operación es recuperar el dominio sobre un área clave, lindera con la frontera con Jordania y los Altos del Golán, ocupados por Israel.
Con información de: Sputnik.